MÁS ALLÁ DEL
UNIVERSO
Otto
Cebreros T – 03dic21
Progresivamente y tal vez más pronto
de lo que podamos adaptarnos, la forma en que vivimos y nos conectamos con los
demás, sea como personas, instituciones, dinámicas sociales de cualquier
naturaleza, cambiará, en donde tu YO se Tele transportará eliminando nuestros
cuerpos de la relación con los demás, pero conservando la interacción social,
emocional, intelectual. El desarrollo tecnológico abarcará todos los campos de
nuestra actividad humana, significando incrementar las distancias sociales,
económicas, intelectuales más allá de las geográficas con el riesgo de quedarse
aislado y fuera del nuevo mundo, gracias a un “analfabetismo funcional” del
cual, al parecer, como país, no queremos darnos cuenta.
Espacios multidimensionales
compartidos de realidad virtual aumentada inmersivos, multi sensoriales con
tecnología en tercera dimensión serán las futuras experiencias a través de
dispositivos y aplicaciones que se usaran prioritariamente en ámbitos
empresariales, médicos, educativos, sin dejar de lado el económico financiero a
través de transacciones vía una moneda digital
La gestión de la identidad, la
tolerancia (reducción de la conflictividad),
la ética y moral, que permita coexistir cabalmente, son problemas
presentes y evidenciados no solo en las redes sociales, aun no controlados;
constituyen la principal dificultad por solucionar.
Mark Zuckerberg y su transformación de Facebook a META (Meta
= más allá) que incluye a Whats App e Instagram
como una de sus subsidiarias y Metaverso = Universo), otra de las
subsidiarias, constituyen la empresa tecnológica que está invirtiendo mucho
dinero y esfuerzo en desarrollar lo que será el Internet del futuro a pesar de
los cuestionamientos en que se vio involucrado últimamente. La tecnología
señalada, no es nueva ni patrimonio de Zuckerberg y su uso ha estado orientado al
entretenimiento.
Los avances en nuestro país en los temas tecnológicos,
están dados esencialmente en como usuario y lo encontramos en mayor medida, en las
grandes empresas especialmente financieras. La baja productividad y la
informalidad de nuestra economía son un serio obstáculo, más aun en un entorno
de políticas públicas y de estado, signados por desconocimiento y una gran
dosis de desinterés. La pandemia la ha impulsado vía el trabajo remoto, el
delivery, pero solo en el sector formal, sin considerar el uso individual
(redes, streaming, etc.)
Nos queda mucho por hacer, pero sobre todo, por resolver.